sábado, 12 de enero de 2013

Como La Caja De Pandora 1/2

Entré por la puerta de detrás, que daba a la cocina. Miré el reloj que habia en una de las paredes: las 12:30. Habia echo tiempo corriendo por el bosque. Me asomé al comedor, donde estaba mi madre de espaldas a mí leyendo el libro que le regale por su cumple.
-¿Ya estas aqui?- preguntó al oirme.
-Si- respondí únicamente.
-¿Y eso?- preguntó extrañada. Me habia dicho que antes de las tres no me queria en casa.
-Apareció en la fiesta cierta persona que me jo*** mucho, así que me fui.
-¿Y quien era esa persona, si puedo saber?
-Adivinalo- se quedó unos segundos pensando que aproveché para sentarme a su lado.- Jeremias.- respondí con un suspiro.
- Y te fuiste. Eso no es enfrentarte al pasado. La verdad, hija, no te creia de ese tipo de chicas.
-¿Que tipo de chicas?
-Las que huyen. Una verdadera mujer planta cara a los problemas y no se retira con el rabo entre las piernas.
-Nunca mejor dicho- murmuré entre dientes.
-Si no te enfrentas ahora, estaras toda la vida huyendo èl.- ignoró mi comentario.
-Tienes razón, pero no me puedo presentar así como así de nuevo en la fiesta, a no ser que...- me quedé pensando en algo que me hubiera dicho Christien o Tobías que me pudiera ayudar.
-¿A no ser de que, hija?
-De que me cambie de ropa.- me miró sin entender- Christien me dijo algo de cambiarnos cuando llegaran todos.
-Bien, ponte lo que compramos esta mañana.- propuso.
-Eso mismo tenia pensado.- subí a mi habitación. Me puse el conjunto, retoqué mi maquillaje, definí bien los rizos y puse un pañuelo como este pero en negro:
http://mujer.orange.es/UpImages/3403/agyness_deyn_11952b09dc08596e00236527a.jpg. Tardé una hora. Bajé de nuevo.
-Volveré a las tres en punto.- anuncié.
-Yo estaré despierta- contestó.
-Contaba con eso. Me preocuparia de que durmieras.- dije sarcásticamente. Ella rió con mi comentario. Salí de la casa y me interné de nuevo en el bosque. De nuevo corrí. De nuevo me transformé en lobo. Antes de llegar volví a mi apariencia humana, me escondí tras un seto para ponerme de nuevo la ropa superior, ya que la interior, no se porque, siempre se me quedaba. Salí de mi escondite y llegué a la mansión de Christien. Toqué la puerta y me abrió la anfitriona.
-¡Sarah!- exclamó al verme- creí que no volverias. ¿Por qué te fuiste?
-Nada, asuntos mios. Llamó mi madre y me pidió que fuera a casa, aproveché para cambiarme.
-Guay. Ese conjunto es divino. Pasa. Si me necesitas estaré sirviendo bebidas.- informó con aire cansado. Todos se habian cambiado y su conjunto tampoco quedaba por debajo del mio: http://farm5.static.flickr.com/4084/4970081669_6735b5d4d4.jpg.
-¿Quieres que te ayude?
-No me vendria nada. Gracias.- dijo con alivio.
-Dos son mejor que una.- contesté con una sonrisa.
-Sobre todo para los chicos.- nos reímos. Nos colocamos a la otra parte de la barra improvisada. Al  mirar enfrente me encontré con la atenta mirada de Jeremias posada en mí.Traté de evitar todas sus miradas para no ir hasta él.Servimos bebidas hasta que se acabaron, allá las dos, que se acabaron. Christien decidió ir a comprar más y al irse, Jeremias se acercó a mí. Me acorraló contra la pared, poniendo un brazo a uno de mis lados. Acercó su cara a la mia, lentamente, pero cada vez era mas corta la distancia que nos separaba y terminó por no haber ninguna. Besó mis labios apasionadamente sin ningún tipo de control. Lo paré a tiempo para que empezara a quitarme la ropa.

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