lunes, 14 de enero de 2013

Como La Caja De Pandora 2/2

Además de porque me estaba intentando quitar la camiseta en medio de un salón lleno de adolescentes, era porque Tobías estaba atento a todos los movimientos de Jeremías y no le gustó para nada la reacción de mi exnovio.
-Tenemos que hablar, Sarah.- suplicó.
-Y si no quiero.- dije tajante.- Me sorprende que incluso te hayas acordado de mi nombre.
-Aquello lo sentí mucho. Me arrepiento y por eso te he buscado.
-¿Despúes de tres años? Vaya si que has tardado en darte cuenta. No me interesa tú vida para nada, además...- me calló con otro beso, el cual no duró mas de medio minuto. Noté como si me hubieran dado una bofetada, solo que no sentí dolor, ni el contacto con la mano. Miré la luna llena por encima de mi hombro. Bajé la vista hasta el bosque y vi algo que me horrorizó: un pequeño lobo de pelaje claro seguido por unos cazadores, que se veian bastante amenazadores con sus enormes brazos como troncos y su estatura de casi dos metros. El pequeño lobo corria presa del pánico. Yo también corrí hasta el balcón y salté por encima de la barandilla de piedra aterrizando con las cuatro patas y seguí corriendo hacia el lugar donde habia visto aquello. Cada vez más rápido corria. Temia encontrarme a aquel pequeño muerto a manos de esos insensatos. No me podia creer que llevara uno o dos kilómetros recorridos y no estuviera cansada, todo lo contrario, estaba ansiosa por llegar y si hubieran sido cinco kilómetros los habria recorrido igualmente contal de salvar al lobo de claro pelo. Al llegar a la linde del bosque encontré lo que buscaba. El pequeño estaba acorralado. Me abalencé sobre uno de ellos, que para mi sorpresa se evaporó como el humo junto con el otro hombre y el lobezno. Me quedé tumbada ahí sin poder moverme de la impresión.
-Yo ya me he vuelto loca.- aullé. Creí que estaba sola hasta que una voz me habló desde la penumbra.
- No comparto tu opinión.- seguidamente se dejó ver: era un lobo con unos ojos azules que resaltaban sobre su pelo oscuro. Tenia la voz ronca, pero con un toque seductor.- Solamente revives acontecimientos ocurridos a tus padres anteriormente.
-¿Y tú quien eres?- pregunté con curiosidad.
-Un aprendiz de tu padre de ya hace años. Pertenezco a La Tribu. Bueno, tú también formas parte de esa Tribu.
-Sigues sin haberme respondido a la pregunta, ¿ quien eres?
-Sarah, soy Tobías.- entré en shock. ¿Me estaba tomando el pelaje? Tardé un tiempo antes de asimilarlo, pero aún así lo único que me salió fue un tartamudeo:
-To-Tobías- me dí cuenta de que no eran leves aullidos lo que salian de mi boca...¿boca? ¿habia pensado en boca? Eso significaba que...¡Oh, Dios Mio! ¡Me habia quedado desnuda delante de él! Traté de encogerme lo más que pudiera, para que me viera menos de lo que le tocaba. La verdad, yo también presencié su transformación, aunque no vi mas que sus perfectas abdominales. Él tampoco vio mas allá de mis perfectas piernas color canela, pero vio mis curvas, pronunciadas, pero lo junto. No vi otra salida que recular y salir de su ángulo de visión al trotre. No me siguió, fue por la dirección opuesta.
Cuando llegué a mi casa, mamá seguia leyendo el mismo libro. Se lo abria leido como unas doscientas veces. Me planteé comprarle otro, para que fuera cambiando. Entré sigilosamente, sin hacer casi ruido, para que no se diera cuenta de mi retraso- esta vez si que iba vestida con algo que siempre me dejó fuera-, pero todo el mundo sabe que es peor el sigilo de un lobo, que el fino oido de un vampiro.
-No te voy a decir nada porque llegues media hora tarde.- dijo sin mirarme.
-Me lo suponia.- dije con un encogimiento de hombros.
-¿Podemos hablar?- preguntó desviando su atención del libro.
-Claro, dime.- me senté junto a ella.
-El caso es que dentro de tres meses te graduas y ya va siendo hora de que conozcas muchos secretos. En verdad, es uno solo. Es algo tuyo que no lo sabes.
-¿Qué es?- mi voz sonaba como nerviosa.
-Es que, ya sabes todo el rollo ese del vampiro, ¿no?- asentí, incapaz de pronunciar palabra.- La cuestión es que yo te concebí  siendo vampiro.
-¿No te convistió un amigo de papá?- me extrañé.
-No, soy vampiro desde hace dos siglos. Ahora te preguntarás que como me quedé embarazada, ¿no?- volví a asentir. Ella se encogió de hombros.- Pues nadie lo sabe.
-¿Y yo que tengo que ver con eso?
-Hija, ¿es que no lo ves obvio?- me miró con los ojos muy abiertos.- eres prácticamente invencible.- no daba crédito a lo que me estaba diciendo. Incliné la cabeza hacia un lado y miré a la nada. ¿Que significaba aquello? Si, ya lo sabia.
-Po...por eso, cuando me fuí con Jeremias a comer y él me dió unos cubiertos de plata puro, no me hizo efecto ese metal. También porque soy tan sumamente católica sin que me afecte lo sagrado. La abuela hacia sopa de ajos y me asqueaban, pero no repelian. Puede que el lobo interviena en el vampiro y viceversa. Lo de la decapitación y el fuego no sé si servirán.- dudé.
-Tampoco sirven.- intervino de súbito mi madre.- te prendieron fuego y no sirvió de nada. Te decapitaron, pero la cabeza se negaba a despegarse del cuerpo.- le brillaron los ojos.
-El paso de los años me estropeara y acabaré como todo el mundo, muerta.- mamá negó con la cabeza.
-Recuerda que eres vampiro y los vampiros son inmortales.
-No me gusta esa idea. La de ser inmortal, digo. No me gustaria ver como mueren muchos de mis amigos.- ella se volvió a encoger de hombros. De repente, noté como si alguien nos estuviese observando, vigilando, espiando o incluso escuchando nuestra conversación. Me retire con la excusa de tener que ir al baño. En vez de ir al lugar donde habia dicho, fui por la puerta trasera y salí. Dí un rodeo sigiloso a toda la casa que me llevó a parar a la fachada principal, es decir donde estaba el cotilla. Me dirijí al lado suyo sin hacer el menor ruido.
-¿Qué quieres, Jeremías?- pregunté. Él se incorporó, pero no pareció sobresaltarse, es más, sonrió.
-Si hubieras salido por la puerta principal, tampoco habria pasado nada. No tenia intención de irme.
-Parece que estes sordo. No te he preguntado eso. ¿Que co** quieres?- repetí enfurecida.
-Saber de que pie flojeas.- levanté una ceja.- si  veras, llevó tiempo siguiendote la pista como te he dicho antes, desde que acabé el instituto. Ya te he encontrado así que serás mia.- habia algo en aquella última oración que no me gustaba. Esa manera de pronunciar ''mia'' era con demasiado deseo.
-¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?- me cruzé de brazos.- Seguramente nada, pero no entiendo ese juego con las oraciones.
-Sarah, Sarah, Sarah. Pobre e inocente de tí. Tienen mucho que ver. Antes de que salieramos sabia que eras un lobo, pero también algo que no me cuadraba. ¿Comer con cubiertos de purísima plata y no sentir ni el mas menor calambrazo? Extraño, muy extraño. Pero tengo una repuesta de las dos preguntas que me he planteado: eres un vampiro, además de lobo. Solo me falta saber como puedo matarte.

2 comentarios:

  1. hola :D jeje
    lamentó no pasarme antes pero me había quedado sin Internet y además no encontraba el link de la novela y desde tu perfil no podía entrar asíque me tube que poner a buscar en las novelas que leo generalmente y te termine encontrando en el de Aldy...
    ósea es mitad vampiro y lobo ?? Cool ;) quien va ser el co-protagonico? Tobias? o todabia no aparece? me encanta seguila pronto por favor :D
    un beso grande bye cuidate

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    1. lo siento, lulu, pero no puedo desvelar nada. gracias por pasarte y comentar. siento que no la hayas encontrado el link, asi que cada vez te lo pondre cuando te avise en un comentario. besos.

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